El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, comenzará este domingo su primera visita a México desde su llegada a la Casa Blanca, un día antes de lo esperado, en un viaje con la inmigración como tema predominante.

Biden llegará el día 8 de enero por la tarde al aeropuerto internacional Felipe Ángeles, según ha hecho saber el ministro de Exteriores mexicano, Marcelo Ebrard, en su cuenta de Twitter. “Será bienvenido a México”, ha proclamado el ministro, cuyo país ejercerá de anfitrión a la Cumbre de Líderes de América del Norte.

Antes de viajar a México, Biden visitará la frontera de Estados Unidos con este país en medio de un aumento de las llegadas de migrantes: 1,2 millones de personas fueron expulsadas en 2022 por entrar en Estados Unidos sin la debida autorización authorized, según los datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, y tras las reticencias expresadas durante los últimos meses desde la Casa Blanca sobre una visita que podría ser entendida como un gesto para apaciguar los ánimos con los críticos conservadores del mandatario.

La visita también se produce solo unas semanas después de que el Tribunal Supremo decidiera preservar de manera indefinida el llamado Título 42, una directiva de la period Trump aplicada durante la pandemia, que permite enviar a México a los migrantes que solicitan asilo en la frontera.

Migrantes esperan ser procesados para buscar asilo después de cruzar la frontera hacia Estados Unidos el viernes 6 de enero de 2023 cerca de Yuma, Arizona. El presidente Joe Biden dice que Estados Unidos comenzará a rechazar de inmediato a los cubanos, haitianos y nicaragüenses que cruzan la frontera de México ilegalmente. Es su movimiento más audaz hasta el momento para enfrentar la llegada en espiral de inmigrantes desde que asumió el cargo hace dos años.

El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, reconoció este pasado miércoles que la afluencia de migrantes está “llevando al límite el sistema”, según recogió el diario ‘Washington Submit’. “Estamos operando dentro de un sistema que está fundamentalmente estropeado, creo que eso no lo pone en duda nadie. Simplemente parece que no podemos ponernos de acuerdo sobre la solución y la solución se ha retrasado mucho, mucho tiempo”, explicó.